SECCIÓN I: TEMA DEL MES
Tema I-4: Profesión en la OFS
Profesión en la OFS: Don y Compromiso, por Fr. Felice Cangelosi, OFMCap, (n. 10-11)
Resumen y comentarios
Ewald Kreuzer, OFS
n. 10. La fórmula de la Profesión en la Orden Franciscana Seglar recita: «Yo, NN., habiendo recibido esta gracia de Dios, renuevo las promesas del bautismo y me consagro al servicio de su Reino» (Ritual OFS II, 31). La Profesión es el acto por el cual una persona se coloca en las manos de Dios, dejando que él la tome y como consecuencia, desde el preciso momento de la Profesión, la persona no se pertenece más a sí misma sino que es considerada como totalmente “expropiada” y a la total disposición de Dios. En virtud de la Profesión la persona se convierte en propiedad de Dios y por ello es «sacra». Las personas se ofrecen a sí mismas a Dios con plena libertad y conciencia. Consagración, indica propiamente el acto por el cual Dios toma posesión de la persona (que es hecha capaz de darse totalmente por el don del Espíritu que la atrae) y la transforma interiormente para que la persona pueda vivir las exigencias de un mundo superior.
¿Nos hemos percatado de lo que nos sucede cuando profesamos? Ese fue el inicio de un “proceso de transformación” que Dios mismo comenzó en nosotros y aún continúa. ¿Estamos consientes como Dios toma posesión de nosotros cada vez mas y mas? ¿Sentimos realmente que estamos “consagrados” como propiedad de Dios?n. 11. A través de los siglos, la Orden Franciscana Seglar, no solamente ha mantenido la terminología (promissio, promittere) de la primitiva legislación, sino que progresivamente prefirió el uso de Profesión para indicar el compromiso de vivir el Evangelio de acuerdo a la Regla aprobada. De esto se puede deducir que la fuerte convicción de los orígenes, es decir que la promesa de los Hermanos y de las Hermanas de la Penitencia constituye una real y propia Profesión, fue un elemento constante de la conciencia de la Orden Franciscana Seglar. Esta conciencia clara no sólo permanece inalterada, sino que es presentada con mayor vigor y claridad en la Regla de Pablo VI y en las sucesivas Constituciones aprobadas por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada.
La Profesión de los Hermanos y Hermanas de la Penitencia implica: (a) una obligación contraída ante Dios; (b) el compromiso de observar una forma de vida o Regla; (c) la incorporación definitiva en la Orden. Estos elementos también forman parte de la profesión religiosa, lo que nos lleva a sostener que la propositum vitae o promesa de lo penitentes Seglares Franciscanos es equivalente a una profesión religiosa.
Sería muy interesante estudiar, individual y colectivamente, la naturaleza e historia de la Orden Franciscana Seglar (referirse a la lección 6 y 7 del Manual de Formación Inicial de la OFS Internacional)
Preguntas para la reflexión y discusión en fraternidad
1. ¿Qué significa e implica “consagración”?
2. Puede explicar porque la OFS es una “verdadera Orden” con una “verdadera profesión”.
SECCIÒN II: MENSAJE ESPIRITUAL
Tema IV: Participar en el Misterio Pascual de Cristo. Profesión OFS y compromiso de vida Evangélica.
Fr. Amando Trujillo Cano, TOR
La Cuaresma no es un fin en sí misma, es un camino que nos lleva a la Pascua. Como una travesía de fe nos prepara para la Semana Santa y para participar profundamente en el Misterio Pascual que se celebra con gran fervor durante el Triduo Pascual. En estos días tan especiales Jesús viene a la comunidad de creyentes y a cada individuo que lo acoge a través de la Palabra, de la oración y de los sacramentos. El viene como el Profeta de la Verdad, como el humilde Mesías-Rey, como el Maestro que ama a sus discípulos hasta el final aun cuando es traicionado por uno de ellos y negado por otro, como el Siervo Sufriente, como el nuevo Cordero de sacrificio, como el Sacerdote de la nueva alianza. También viene como el testigo fiel y obediente del Padre, el Hijo del Hombre quien es rechazado por muchos e injustamente juzgado, condenado, torturado y enviado a la muerte en la cruz –solo para resucitar entre los muertos, para redimir a la humanidad a través de su pasión, muerte y resurrección!
La celebración del Triduo Pascual nos permite participar en el Misterio Pascual de Cristo de una forma privilegiada al unimos a Él que pasa de la muerte a la vida. El punto culminante de esta celebración se encuentra en la Vigilia de Pascua, la madre de todas las vigilias en la liturgia católica, y en el Domingo de Pascua. Durante la Vigilia de Pascua esperamos y celebramos la resurrección de Jesús crucificado –el evento que trae luz y perdón al mundo. Juntos recordamos y experimentamos los grandes hechos de Dios a través de la historia de la salvación hasta llegar a la resurrección del Señor. Los Catecúmenos se unen sacramentalmente a Cristo al pasar de la muerte a la vida a través de las aguas del bautismo y nosotros nos unimos a ellos en esta experiencia renovando nuestras promesas bautismales. Entonces juntos participamos del pan de vida que nos fortalece para ser testigos de la resurrección en este convulsionado mundo nuestro y que anticipa el banquete eterno donde no habrá más hambre, pecado o muerte, y donde Dios será Todo para todos.
El Pregón Pascual nos ayuda a darnos cuenta del gran significado de esta incomparable festividad cuando anuncia alegremente: “Goce también la tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del rey eterno, se sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero […] Y así, esta santa noche ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa al odio, trae la concordia, doblega a los poderosos [...] ¡Qué noche tan dichosa, en que se une el cielo con la tierra, lo humano con lo divino!” El pasaje del sexto capítulo de la carta de Pablo a los Romanos que se proclama en la Vigilia de Pascua subraya que a través del bautismo nosotros hemos entrado en una real e íntima unión con la muerte y resurrección de Cristo “para que así como Cristo resucitó por la gloria del Padre, también nosotros llevemos una Vida nueva” (Rm. 6:4). La conclusión del pasaje nos ayuda a comprender que esta nueva vida nos desafía a no optar por cultivar las semillas estériles del pecado sino solamente aquellas de la vida abundante en Cristo: “Así también ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús” (Rm. 6:11).
Las Constituciones Generales de la OFS señalan muy claramente que Jesucristo es la fuente primordial de inspiración y fuerza para los Franciscanos Seglares quienes han profesado vivir esta vida nueva: “Cristo pobre y crucificado", vencedor de la muerte y resucitado, máxima manifestación del amor de Dios al hombre, es el "libro" en el que los hermanos, a imitación de Francisco, aprenden el porqué y el cómo vivir, amar y sufrir” (Art. 10).
Preguntas para la reflexión y la discusión:
1. ¿Cuáles son las experiencias más significativas que yo he tenido cuando he participado en el Triduo Pascual – especialmente durante la Vigilia Pascual o el Domingo de Pascua?
2. Lee el Art. 12 de las Constituciones Generales y comparte algunas de las formas en las cuales tú y tu fraternidad están llamados a expresar en el presente el don de Dios de la vida nueva en Cristo.
SECCIÓN III: DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
Bloque II: Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia
Parte 1 de 9: Introducción a la Doctrina Social de la Iglesia
Fr. Amando Trujillo Cano, TOR
Las Conclusiones del XII Capítulo General de la OFS (15-22 nov., 2008) pedían explícitamente que el Proyecto de Formación de la Presidencia del CIOFS incluyera temas tales como: la doctrina social de la Iglesia; una mayor comprensión del significado social y político de los problemas del día; compromiso social y político de los Franciscanos seglares en el mundo; y los más importantes documentos de la Iglesia y del Magisterio.
Al mismo tiempo, las Conclusiones del Capítulo recomiendan “que la formación se desarrolle no sólo en un plano intelectual, sino también en la forma práctica de la caridad concreta”. Además, en la sección relacionado con la “Presencia en el mundo”, el documento claramente dice que: “durante mucho tiempo la Orden se ha quedado en las “sacristías”. Ha llegado el momento, ya inaplazable, de entrar en la ciudad del hombre para ejercer con fuerza y visibilidad la propia responsabilidad como testigos y promotores de justicia, paz y defensa de la vida, de los derechos y de la Creación.”
Este mes comenzamos, para llevar adelante las exhortaciones del Capítulo, una serie de presentaciones sobre el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia publicado por el Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz en 2004. El Compendio es un rico documento voluminoso que consiste en una introducción, tres secciones bien desarrolladas y una conclusión. En este número comenzamos con una introducción general a la doctrina social de la Iglesia y al Compendio mismo. Durante los siguientes ocho meses presentaremos los principios de la doctrina social de la Iglesia, uno cada mes. El Compendio describe el significado de este importante cuerpo de enseñanzas y su conexión con la vida y la misión de la Iglesia in el mundo de hoy, de esta manera:
El cristiano sabe que puede encontrar en la doctrina social de la Iglesia los principios de reflexión, los criterios de juicio y las directrices de acción como base para promover un humanismo integral y solidario […] En esta perspectiva, se consideró muy útil la publicación de un documento que ilustrase las líneas fundamentales de la doctrina social de la Iglesia y la relación existente entre esta doctrina y la nueva evangelización (n. 7). En el estudio del Compendio convendrá tener presente que las citas de los textos del Magisterio pertenecen a documentos de diversa autoridad (n. 8).
La exposición de los principios de la doctrina social pretende sugerir un método orgánico en la búsqueda de soluciones a los problemas, para que el discernimiento, el juicio y las opciones respondan a la realidad y para que la solidaridad y la esperanza puedan incidir eficazmente también en las complejas situaciones actuales. Los principios se exigen y se iluminan mutuamente, ya que son una expresión de la antropología cristiana, fruto de la Revelación del amor que Dios tiene por la persona humana. Considérese debidamente, sin embargo, que el transcurso del tiempo y el cambio de los contextos sociales requerirán una reflexión constante y actualizada sobre los diversos temas aquí expuestos, para interpretar los nuevos signos de los tiempos (n. 9).
Los fieles laicos, que buscan el Reino de los Cielos « gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios »,11 encontrarán luces para su compromiso específico. Las comunidades cristianas podrán utilizar este documento para analizar objetivamente las situaciones, clarificarlas a la luz de las palabras inmutables del Evangelio, recabar principios de reflexión, criterios de juicio y orientaciones para la acción (n. 11).
Preguntas para la reflexión y discusión
1. ¿Como puede tu fraternidad local/regional/nacional usar mejor “los principios de reflexión, los criterios de juicio y las directrices de acción” que se encuentran en la doctrina social de la Iglesia?
2. ¿Qué pasos ha de dar tu fraternidad local/regional/nacional para “entrar en la ciudad del hombre” a testimoniar y promover la justicia, la paz y la defensa de la vida, los derechos y la Creación?
Tema I-4: Profesión en la OFS
Profesión en la OFS: Don y Compromiso, por Fr. Felice Cangelosi, OFMCap, (n. 10-11)
Resumen y comentarios
Ewald Kreuzer, OFS
n. 10. La fórmula de la Profesión en la Orden Franciscana Seglar recita: «Yo, NN., habiendo recibido esta gracia de Dios, renuevo las promesas del bautismo y me consagro al servicio de su Reino» (Ritual OFS II, 31). La Profesión es el acto por el cual una persona se coloca en las manos de Dios, dejando que él la tome y como consecuencia, desde el preciso momento de la Profesión, la persona no se pertenece más a sí misma sino que es considerada como totalmente “expropiada” y a la total disposición de Dios. En virtud de la Profesión la persona se convierte en propiedad de Dios y por ello es «sacra». Las personas se ofrecen a sí mismas a Dios con plena libertad y conciencia. Consagración, indica propiamente el acto por el cual Dios toma posesión de la persona (que es hecha capaz de darse totalmente por el don del Espíritu que la atrae) y la transforma interiormente para que la persona pueda vivir las exigencias de un mundo superior.
¿Nos hemos percatado de lo que nos sucede cuando profesamos? Ese fue el inicio de un “proceso de transformación” que Dios mismo comenzó en nosotros y aún continúa. ¿Estamos consientes como Dios toma posesión de nosotros cada vez mas y mas? ¿Sentimos realmente que estamos “consagrados” como propiedad de Dios?n. 11. A través de los siglos, la Orden Franciscana Seglar, no solamente ha mantenido la terminología (promissio, promittere) de la primitiva legislación, sino que progresivamente prefirió el uso de Profesión para indicar el compromiso de vivir el Evangelio de acuerdo a la Regla aprobada. De esto se puede deducir que la fuerte convicción de los orígenes, es decir que la promesa de los Hermanos y de las Hermanas de la Penitencia constituye una real y propia Profesión, fue un elemento constante de la conciencia de la Orden Franciscana Seglar. Esta conciencia clara no sólo permanece inalterada, sino que es presentada con mayor vigor y claridad en la Regla de Pablo VI y en las sucesivas Constituciones aprobadas por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada.
La Profesión de los Hermanos y Hermanas de la Penitencia implica: (a) una obligación contraída ante Dios; (b) el compromiso de observar una forma de vida o Regla; (c) la incorporación definitiva en la Orden. Estos elementos también forman parte de la profesión religiosa, lo que nos lleva a sostener que la propositum vitae o promesa de lo penitentes Seglares Franciscanos es equivalente a una profesión religiosa.
Sería muy interesante estudiar, individual y colectivamente, la naturaleza e historia de la Orden Franciscana Seglar (referirse a la lección 6 y 7 del Manual de Formación Inicial de la OFS Internacional)
Preguntas para la reflexión y discusión en fraternidad
1. ¿Qué significa e implica “consagración”?
2. Puede explicar porque la OFS es una “verdadera Orden” con una “verdadera profesión”.
SECCIÒN II: MENSAJE ESPIRITUAL
Tema IV: Participar en el Misterio Pascual de Cristo. Profesión OFS y compromiso de vida Evangélica.
Fr. Amando Trujillo Cano, TOR
La Cuaresma no es un fin en sí misma, es un camino que nos lleva a la Pascua. Como una travesía de fe nos prepara para la Semana Santa y para participar profundamente en el Misterio Pascual que se celebra con gran fervor durante el Triduo Pascual. En estos días tan especiales Jesús viene a la comunidad de creyentes y a cada individuo que lo acoge a través de la Palabra, de la oración y de los sacramentos. El viene como el Profeta de la Verdad, como el humilde Mesías-Rey, como el Maestro que ama a sus discípulos hasta el final aun cuando es traicionado por uno de ellos y negado por otro, como el Siervo Sufriente, como el nuevo Cordero de sacrificio, como el Sacerdote de la nueva alianza. También viene como el testigo fiel y obediente del Padre, el Hijo del Hombre quien es rechazado por muchos e injustamente juzgado, condenado, torturado y enviado a la muerte en la cruz –solo para resucitar entre los muertos, para redimir a la humanidad a través de su pasión, muerte y resurrección!
La celebración del Triduo Pascual nos permite participar en el Misterio Pascual de Cristo de una forma privilegiada al unimos a Él que pasa de la muerte a la vida. El punto culminante de esta celebración se encuentra en la Vigilia de Pascua, la madre de todas las vigilias en la liturgia católica, y en el Domingo de Pascua. Durante la Vigilia de Pascua esperamos y celebramos la resurrección de Jesús crucificado –el evento que trae luz y perdón al mundo. Juntos recordamos y experimentamos los grandes hechos de Dios a través de la historia de la salvación hasta llegar a la resurrección del Señor. Los Catecúmenos se unen sacramentalmente a Cristo al pasar de la muerte a la vida a través de las aguas del bautismo y nosotros nos unimos a ellos en esta experiencia renovando nuestras promesas bautismales. Entonces juntos participamos del pan de vida que nos fortalece para ser testigos de la resurrección en este convulsionado mundo nuestro y que anticipa el banquete eterno donde no habrá más hambre, pecado o muerte, y donde Dios será Todo para todos.
El Pregón Pascual nos ayuda a darnos cuenta del gran significado de esta incomparable festividad cuando anuncia alegremente: “Goce también la tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del rey eterno, se sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero […] Y así, esta santa noche ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa al odio, trae la concordia, doblega a los poderosos [...] ¡Qué noche tan dichosa, en que se une el cielo con la tierra, lo humano con lo divino!” El pasaje del sexto capítulo de la carta de Pablo a los Romanos que se proclama en la Vigilia de Pascua subraya que a través del bautismo nosotros hemos entrado en una real e íntima unión con la muerte y resurrección de Cristo “para que así como Cristo resucitó por la gloria del Padre, también nosotros llevemos una Vida nueva” (Rm. 6:4). La conclusión del pasaje nos ayuda a comprender que esta nueva vida nos desafía a no optar por cultivar las semillas estériles del pecado sino solamente aquellas de la vida abundante en Cristo: “Así también ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús” (Rm. 6:11).
Las Constituciones Generales de la OFS señalan muy claramente que Jesucristo es la fuente primordial de inspiración y fuerza para los Franciscanos Seglares quienes han profesado vivir esta vida nueva: “Cristo pobre y crucificado", vencedor de la muerte y resucitado, máxima manifestación del amor de Dios al hombre, es el "libro" en el que los hermanos, a imitación de Francisco, aprenden el porqué y el cómo vivir, amar y sufrir” (Art. 10).
Preguntas para la reflexión y la discusión:
1. ¿Cuáles son las experiencias más significativas que yo he tenido cuando he participado en el Triduo Pascual – especialmente durante la Vigilia Pascual o el Domingo de Pascua?
2. Lee el Art. 12 de las Constituciones Generales y comparte algunas de las formas en las cuales tú y tu fraternidad están llamados a expresar en el presente el don de Dios de la vida nueva en Cristo.
SECCIÓN III: DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
Bloque II: Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia
Parte 1 de 9: Introducción a la Doctrina Social de la Iglesia
Fr. Amando Trujillo Cano, TOR
Las Conclusiones del XII Capítulo General de la OFS (15-22 nov., 2008) pedían explícitamente que el Proyecto de Formación de la Presidencia del CIOFS incluyera temas tales como: la doctrina social de la Iglesia; una mayor comprensión del significado social y político de los problemas del día; compromiso social y político de los Franciscanos seglares en el mundo; y los más importantes documentos de la Iglesia y del Magisterio.
Al mismo tiempo, las Conclusiones del Capítulo recomiendan “que la formación se desarrolle no sólo en un plano intelectual, sino también en la forma práctica de la caridad concreta”. Además, en la sección relacionado con la “Presencia en el mundo”, el documento claramente dice que: “durante mucho tiempo la Orden se ha quedado en las “sacristías”. Ha llegado el momento, ya inaplazable, de entrar en la ciudad del hombre para ejercer con fuerza y visibilidad la propia responsabilidad como testigos y promotores de justicia, paz y defensa de la vida, de los derechos y de la Creación.”
Este mes comenzamos, para llevar adelante las exhortaciones del Capítulo, una serie de presentaciones sobre el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia publicado por el Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz en 2004. El Compendio es un rico documento voluminoso que consiste en una introducción, tres secciones bien desarrolladas y una conclusión. En este número comenzamos con una introducción general a la doctrina social de la Iglesia y al Compendio mismo. Durante los siguientes ocho meses presentaremos los principios de la doctrina social de la Iglesia, uno cada mes. El Compendio describe el significado de este importante cuerpo de enseñanzas y su conexión con la vida y la misión de la Iglesia in el mundo de hoy, de esta manera:
El cristiano sabe que puede encontrar en la doctrina social de la Iglesia los principios de reflexión, los criterios de juicio y las directrices de acción como base para promover un humanismo integral y solidario […] En esta perspectiva, se consideró muy útil la publicación de un documento que ilustrase las líneas fundamentales de la doctrina social de la Iglesia y la relación existente entre esta doctrina y la nueva evangelización (n. 7). En el estudio del Compendio convendrá tener presente que las citas de los textos del Magisterio pertenecen a documentos de diversa autoridad (n. 8).
La exposición de los principios de la doctrina social pretende sugerir un método orgánico en la búsqueda de soluciones a los problemas, para que el discernimiento, el juicio y las opciones respondan a la realidad y para que la solidaridad y la esperanza puedan incidir eficazmente también en las complejas situaciones actuales. Los principios se exigen y se iluminan mutuamente, ya que son una expresión de la antropología cristiana, fruto de la Revelación del amor que Dios tiene por la persona humana. Considérese debidamente, sin embargo, que el transcurso del tiempo y el cambio de los contextos sociales requerirán una reflexión constante y actualizada sobre los diversos temas aquí expuestos, para interpretar los nuevos signos de los tiempos (n. 9).
Los fieles laicos, que buscan el Reino de los Cielos « gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios »,11 encontrarán luces para su compromiso específico. Las comunidades cristianas podrán utilizar este documento para analizar objetivamente las situaciones, clarificarlas a la luz de las palabras inmutables del Evangelio, recabar principios de reflexión, criterios de juicio y orientaciones para la acción (n. 11).
Preguntas para la reflexión y discusión
1. ¿Como puede tu fraternidad local/regional/nacional usar mejor “los principios de reflexión, los criterios de juicio y las directrices de acción” que se encuentran en la doctrina social de la Iglesia?
2. ¿Qué pasos ha de dar tu fraternidad local/regional/nacional para “entrar en la ciudad del hombre” a testimoniar y promover la justicia, la paz y la defensa de la vida, los derechos y la Creación?
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