"El amor de Cristo nos apremia." San Pablo, 2 Cor 5,14

"El amor de Cristo nos apremia." San Pablo, 2 Cor 5,14
" Debemos tomar conciencia que hemos de ser una Iglesia no solamente fraterna y solidaria, sino también y esencialmente misionera. (J. L. Corral)

Llamados a construir un mundo más fraterno, tratan de irradiar a los demás el gozo y la esperanza

San Francisco "Instituyó tres órdenes: a la primera ha llamado de los hermanos Menores, a la segunda de las Damas Pobres, Orden de Penitencia es el nombre de la tercera, constituida por personas de uno y otro sexo" (Oficio rítmico de san Francisco. Julián de Espira)

La Orden Franciscana Secular (O.F.S.)

La Orden Franciscana Secular (O.F.S.)

En este blog se pretende aprender entre todos, sobre la espiritualidad de san Francisco, que como religioso nos mostró, el camino a la Verdad que lleva hacia la fuente de vida.

¡Señor que siempre tenga sed de Ti!

Nuestra Señora de Fátima

Nuestra Señora de Fátima

S.E.R

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lunes, 14 de junio de 2010

San Gregorio VII, papa. - 25 de Mayo

San Gregorio VII, papa. - 25 de Mayo
(+ 1085)
Gregorio, séptimo de este nombre, llamado ante Hildebrando, fue uno de los más grandes pontífices que han ocupado la silla de San Pedro, y uno de los hombres más eminentes que han florecido en los siglos del mundo. Su mira principal había sido hacer de todas las cosas las naciones una sola familia unida por los vínculos de la caridad y la ley de Jesucristo. Nació este incomparablemente santísimo varón en Soano de Toscaza, y era hijo de un carpintero. Dícese de él, que siendo niño y jugando con los fragmentos de la madera, formó dirigido por la mano de Dios, aquellas palabras de David: “Dominabitur a mari usque ad mare: dominará de un extremo a oto e mar”: lo cual indicó el poder que este niño había de ejercer en el mundo. Hizo sus estudios en Roma, donde mostró su vastísimo ingenio, y mereció el singular aprecio de los pontífices Benedicto IX y Gregorio VI. Acompañó a este en su destierro a Alemania y se retiro después de la abadía de Cluni, donde fue Abad y ejemplar de gran virtud para aquellos religiosos. Nombrárosle después cardenal de la santa Iglesia romana, y desempeño con tal acierto cargos importantísimos durante los reinados de cinco papas, que después de la muerte de Alejandro II, fue elegido sumo pontífice por unánime consentimiento, brillando como sol en la casa del Señor. Viéronle en cierto día que celebraba la mis solemne, cobijado por una blanca paloma que tenía las alas extendidas sobre su sagrada cabeza, como dando a entender que no eran las razones l prudencia humana sino la asistencia del Espíritu Santo la que lo dirigía en el gobierno de la iglesia. Dio eficaces decretos contra las simonía, apoyado por la misma autoridad real, , fulminó anatemas hasta al emperador Enrique IV , que le declaró la guerra , y mientras estaba sitiado dentro de la Roma celebró un sínodo en que los excomulgó , retirándose luego al castillo de San Ángelo, y libertándose por el socorro que recibió de Roberto Guiscardo, príncipe de la Pulla. Conjuró después el cisma nacido de la elección de un antipapa hecho por el emperador; y con sapientísimas instrucciones que daba a los fieles y a los príncipes cristianos , trabajo infatigablemente por la restauración y felicidad de los pueblos cristianos; y después de doce años de un gloriosos pontificado, pasa a recibir la eterna recompensa de sus heroica virtudes en la gloria de los cielos: las obras que escribió consta en diez libros de epístolas , y con sobrada razón dice Du Pin, el contrario mas parcial de San Gregorio , que las calumnias acumuladas que los adversarios de la Iglesia contra este santo pontífice están refutadas por aquellas mismas cartas, llenas del espíritu de Dios y de celo apostólico.
Reflexión: las últimas palabras que pronuncio san Gregorio VII, momentos antes de morir, fueron estas: “He amado la justicia y aborrecido la iniquidad.” Roguemos al Señor que envíe a su Iglesia pontífices y prelados como este santo que defienda la Iglesia , que la ilustren con sus heroicas virtudes y preparen todas las naciones el reinado social de nuestro Señor Jesucristo, el cual convertiría la tierra en un cielo de paz, de amor y de tanta felicidad como es posible en este mundo ; porque no hay duda de que gran parte del malestar social proviene de no estar unidos todos los hombres con el vinculo de una religión divina.
Oración: Oh dios, fortaleza de los que esperan en ti, que esforzaste con los virtud de la constancia, al bienaventurado Gregorio, tu confesor y pontífice, para que defendiese la libertad de la Iglesia, concédenos por su intercesión y ejemplo la gracia de vencer todas las dificultades que se oponen a tu divino servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

San Matìas apostol

San Matías, 24 de febrero.
(+ 60 de J. C)
Habiendo caído el traidor Judas de la cumbre del Apostolado, y acabando la vida con desdichado fin , escribe san Lucas en los Hechos de los apostólicos, que después de la ascensión de Cristo nuestro Salvador a los cielos, estando todos los apóstoles y los otros discípulos del Señor juntos, se levantó san Pedro como cabeza y Pastor universal de todos, y después de haberles referido brevemente la maldad y castigo de Judas, les dijo que para cumplirse la profecía de David, se había de escoger uno de los que estaban y habían conversado con Cristo desde el bautismo de san Juan Bautista, hasta el día que subió a los cielos, y pareciendo bien a todos los que allí estaban, y eran como ciento y veinte personas, de común acuerdo escogieron dos entre todos : a José, que por su gran santidad lo llamaban “justo” y a Matías ambos eran de los setenta y dos discípulos. Pusiéronse luego todos en oración, suplicando humildemente al Señor pues el solo conocía los corazones, les manifestase a cual de los dos había escogido, y cayó la suerte sobre Matías, concurriendo con gran consentimiento los votos en su persona. Desde aquel día fue contado con los doce apóstoles, y habiendo recibido con ellos y los discípulo el Espíritu Santo, comenzó a predicar el misterio escondido e inefable de la Cruz, con gran santidad de vida y con una lengua de fuego divino que encendía los corazones de los que le oían. Después en el repartimiento que hicieron los sagrados apóstoles de las provincias en que habían de predicar, a san Matías le ocupó Judea , donde convirtió mucho pueblos al Señor, y penetrando con su predicación y doctrina hasta lo interior de Etiopia, padeció muchos y muy graves trabajos de camino por tierras ásperas y fragosas , y de persecuciones de los gentiles . Finalmente después de haber alumbrado con la luz de Cristo muchos pueblos que estaban asentados en tinieblas y sombras de muerte, selló como los demás apóstoles , con su sangre la doctrina del Evangelio, muriendo apedreado y descabezado por amor de su divino Maestro. Su sagrado cuerpo, según la más constante tradición, fue traído a Roma por santa Elena , y hasta hoy se venera en la Iglesia de santa María la Mayor, la mas considerable parte de sus reliquias. Asegúrase que la otra parte de ellas se la dió la misma santa emperatriz a san Agricio, arzobispo de Tréveris, quien las colocó en la Iglesia llamada de S. Matías.
Reflexión: Nos dice el Espíritu Santo “Conserva la gracia que tienes para que no reciba otro tu corona.” Y la infelicísima suerte de Judas, a quien arrebató san Matías la corona gloriosa del Apostolado, nos ha de hacer temblar y entender que no hay lugar segur en esta vida, si el hombre no vive con cuidado y recato, pues Lucifer cayó en el cielo, nuestro padre Adán en el paraíso, y Judas en el Colegio apostólico en compañía del Señor. ¡Oh qué tremendos son los juicios divinos! Teme, pues, y ama a Dios. Guarda con toda diligencia tu corazón y procura tenerlo siempre limpio y puro; si pecares humíllate, y por muchos y mas graves que sean tus pecados, aunque negares a Dios y vendieses a Cristo (que nunca el Señor lo permita), nunca desesperes, como Judas, del perdón, porque nunca puede ser tan grave tu malicia, que sobrepuje a la misericordia de Dios. Mas si te obstinares en tus pecados, si quisiese estar de siento en tus vicios, teme a aquel Señor, que puede dar a otro la corona que te había reservado en el cielo.
Oración: ¡Oh Dios! Que te dignaste agregar al Colegio de tus apóstoles al bienaventurado san Matías, concédenos por su intercesión que experimentemos siempre los efectos de tus misericordiosa entrañas . Por Jesucristo, nuestro señor, Amén.



Acto de desagravio de Pío XI


ACTO DE DESAGRAVIO DE PÍO XI
¡Oh dulcísimo Jesús, cuyo inmenso amor a los hombres no ha recibido en pago, de los ingratos, más que olvido, negligencia y menosprecio! Vednos postrados ante vuestro altar, para reparar, con especiales homenajes de honor, la frialdad indigna de los hombres y las injurias con que, en todas partes, hieren vuestro amantísimo Corazón.
Mas recordando que también nosotros alguna vez nos manchamos con tal indignidad de la cual nos dolemos ahora vivamente, deseamos, ante todo, obtener para nuestras almas vuestra divina misericordia, dispuestos a reparar, con voluntaria expiación, no sólo nuestros propios pecados, sino también los de aquellos que, alejados del camino de la salvación y obstinados en su infidelidad, o no quieren seguiros como a Pastor y Guía, o, conculcando las promesas del Bautismo, han sacudido el suavísimo yugo de vuestra ley.
Nosotros queremos expiar tan abominables pecados, especialmente la inmodestia y la deshonestidad de la vida y de los vestidos, las innumerables asechanzas tendidas contra las almas inocentes, la profanación de los días festivos, las execrables injurias proferidas contra vos y contra vuestros Santos, los insultos dirigidos a vuestro Vicario y al Orden Sacerdotal, las negligencias y horribles sacrilegios con que es profanado el mismo Sacramento del amor y, en fin, los públicos pecados de las naciones que oponen resistencia a los derechos y al magisterio de la Iglesia por vos fundada.
¡Ojalá que nos fuese dado lavar tantos crímenes con nuestra propia sangre! Mas, entretanto, como reparación del honor divino conculcado, uniéndola con la expiación de la Virgen vuestra Madre, de los Santos y de las almas buenas, os ofrecemos la satisfacción que vos mismo ofrecisteis un día sobre la cruz al Eterno Padre y que diariamente se renueva en nuestros altares, prometiendo de todo corazón que, en cuanto nos sea posible y mediante el auxilio de vuestra gracia, repararemos los pecados propios y ajenos y la indiferencia de las almas hacia vuestro amor, oponiendo la firmeza en la fe, la inocencia de la vida y la observancia perfecta de la ley evangélica, sobre todo de la caridad, mientras nos esforzamos además por impedir que seáis injuriado y por atraer a cuantos podamos para que vayan en vuestro seguimiento.
¡Oh benignísimo Jesús! Por intercesión de la Santísima Virgen María Reparadora, os suplicamos que recibáis este voluntario acto de reparación; concedednos que seamos fieles a vuestros mandatos y a vuestro servicio hasta la muerte y otorgadnos el don de la perseverancia, con el cual lleguemos felizmente a la gloria, donde, en unión del Padre y del Espíritu Santo, vivís y reináis, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

El purismo Corazón de María


El purismo Corazón de María
El domingo después de la octava de la Asunción
Así como veneramos el socratismo Corazón de Jesús, por estar unido con la divinidad, y para recordar y agradecer a nuestro redentor adorable las divinas finezas de su infinito amor; así también es digno de gran reverencia el dulcísimo corazo de María, por ser el corazón de la madre de nuestro Señor y salvador, y de nuestra soberna madre adoptiva. De este corazón virginal de María salio la Purísima sangre con que el Espíritu Santo formo el cuerpo sacratísimo de Jesús: este corazón maternal palpitó siempre de amor ardentísimo de aquel si Hijo adorable, se dilató en sus alegrías, se oprimió en sus angustias, participo de sus mismos sentimientos y deseos, y fue la mas perfecta semejanza de aquel Corazón divino. ¿Cómo no había de ser purísimo sobre toda pureza creada aquel Corazón de hija primogénita del Padre, exenta de toda mancha de culpa e inmaculada desde el primer instante de su concepción? ¿Cómo no había de ser santísimo aquel Corazón de la Madre del Hijo de Dios, habiendo recibido en su seno virginal al mismo autor y consumador de toda santidad? ¿Cómo no había de estar lleno de la caridad divina aquel Corazón de la Esposa del Espíritu Santo enriquecida con los soberanos dones, gracias y carismas? Recordemos además para singular consuelo de nuestras almas, que este purísimo, santísimo y preciosísimo Corazón de Maria es nuestra Madre, de nuestra soberana Reina y de nuestra piadosísima Corredentora: y que por esta causa no solamente nos ama con maternal cariño, sino que también puede quiere favorecernos con grandes beneficios, y señaladamente con aquellos que mas se ordenan a nuestra eterna salud y gloria perdurable. Anímense los pobres pecadores, que en este Corazón maternal de la Virgen, que nos engendró en el calvario, y nos adoptó por hijos en la persona del discípulo amado, hallaran un piélago de bondad y ternura inefable, sin mezcla de rigor ni aspereza: y si tiemblan de la divina justicia , acójanse a la Madre de la divina justicia, acójanse a la madre del supremo Juez y a la misericordia de su Corazón maternal. Consuélense los pobres hijos de Eva, que en este Corazón de María Reina y Señora de los cielos y de la tierra, encontrarán abierto el tesoro de todas las gracias para el socorro de todas sus necesidades y el alivio de todas las aflicciones del cuerpo y del espíritu. Y nadie desespere de su eterna salvación por grandes que sean sus culpas, porque en el Corazón de María, nuestra misericordiosísima Corredentora, que nos amo con tal extremo, que por nosotros ofreció su divino Hijo al Eterno Padre, hallaremos todos los meritos que nos faltan para hacernos verdaderos Hijos de Dios y coherederos de su Reino. Ninguno de los que con humildad y entera confianza acuden al amor del Corazón dulcísimo, magnifico y amorosísimo de María ha de tener la muerte perdurable.
Reflexión: no hemos de contentarnos con poner nuestra esperanza en el Corazón de María; procuremos además como verdaderos hijos de tan soberana Madre, que nuestro corazón sea semejante al suyo por imitación de sus excelentes virtudes: y ya que fue tan puro e inmaculado su Corazón, no permitamos que reine el pecado en el nuestro: ya que fue tan humilde, arranquemos del nuestro toda raíz de soberbia y vanidad.
Oración: Omnipotente y sempiterno Dios, que en el Corazón de de la bienaventurada virgen María hiciste una morada digna del Espíritu Santo; concédenos propicio, que celebrando devotamente la festividad de su Corazón purísimo, sepamos vivir según tu Corazón. Por Jesucristo, nuestro señor. Amén.