"El amor de Cristo nos apremia." San Pablo, 2 Cor 5,14

"El amor de Cristo nos apremia." San Pablo, 2 Cor 5,14
" Debemos tomar conciencia que hemos de ser una Iglesia no solamente fraterna y solidaria, sino también y esencialmente misionera. (J. L. Corral)

Llamados a construir un mundo más fraterno, tratan de irradiar a los demás el gozo y la esperanza

San Francisco "Instituyó tres órdenes: a la primera ha llamado de los hermanos Menores, a la segunda de las Damas Pobres, Orden de Penitencia es el nombre de la tercera, constituida por personas de uno y otro sexo" (Oficio rítmico de san Francisco. Julián de Espira)

La Orden Franciscana Secular (O.F.S.)

La Orden Franciscana Secular (O.F.S.)

En este blog se pretende aprender entre todos, sobre la espiritualidad de san Francisco, que como religioso nos mostró, el camino a la Verdad que lleva hacia la fuente de vida.

¡Señor que siempre tenga sed de Ti!

Nuestra Señora de Fátima

Nuestra Señora de Fátima

S.E.R

S.E.R

viernes, 23 de abril de 2010


3.b. Un estilo propio = itinerario.

3.b. Un estilo propio = itinerario.
Ya sabemos a lo que estamos llamados, pero ... ¿cómo? La respuesta la tenemos en la 1 lectura del día de hoy, que es de los cánticos del Siervo de Isaías, un tema bíblico básico para Francisco (1er Is 42,6-7).
Aquí tenemos la respuesta de cual es nuestro estilo propio de enaltecer-testimoniar-evidenciar a Dios.
Curar a los ciegos, a los heridos
Liberar de cualquier esclavitud
Volver a la verdad a quien está en tinieblas.
Este es nuestro estilo, la opción preferencial por el "pobre", el desarrollar un compromiso de liberación, profético, de denuncia, de cambio de la sociedad y de las realidades que vivimos, y de dar luz, esperanza, ilusión, de poner verdad donde hay error y poner fe donde hay duda.
3.c. La finalidad precisa = fin.
El fin no es otro que hacer presente en el mundo el Reino de Dios y su Justicia, hacer presente y realidad en el mundo las bienaventuranzas. Esta es nuestra misión, pero siempre teniendo claro nuestro origen y nuestro estilo propio de franciscanos seglares.
4.- RASGOS DE NUESTRA PRESENCIA O COMPROMISO APOSTÓLICO.
Antes de plantearnos los posibles lugares donde podemos y debemos ser presencia activa y comprometida en el mundo, vamos a aportar brevemente algunas características que aunque ya han aparecido a lo largo de la exposición conviene tenerlas presentes para ubicarnos en el lugar-compromiso y preguntarnos si el mismo responde a cada uno de estos rasgos.
a. Que sea evangelizador.
Que lleve a los lugares y ambientes donde estén los valores del Reino de Dios que proclaman las bienaventuranzas, que testimoniemos la Verdad, la Vida y la Presencia de Jesús (CC.GG. ART. 17.1.a, art. 19).
b. Que sea liberador.
Como miembros activos de la Iglesia (Regla OFS art 6, CC.GG. art. 17.1) nuestro compromiso y nuestra acción en el mundo debe ser sacramento de liberación (de salvación) para los hombres y mujeres de hoy.
Nuestra presencia para ser liberadora debe hacer visible la liberación que anunciamos. Es decir, que nos exige nuestra presencia a través de acciones particulares o gestos concretos que deban ser presencia visible y efectiva de lo que ello supone. Ello nos exige que reflexionemos sobre en que lugares somos más sacramento de salvación desde nuestras realidades concretas.
c. Que sea apostólico.
Que vivamos el ejercicio del compromiso social como envío misionero de la Iglesia en la historia y en nuestras realidades más cercanas, según (CC.GG. 17.1.
d. Que sea encarnado.
Encarnarse cristianamente es encarnarse en la cultura de las personas a las que se le quiere dar la Buena Noticia de parte de Dios. Así lo hizo Jesús. El Hijo de Dios se hace hombre no en abstracto, sino "en judío" de su época. Se hizo pobre como los pobres de Israel y dedicó su vida a la causa de su pueblo, viviendo la cultura de su pueblo en todo lo que estaba de acuerdo con el plan de Dios. Encarnarse siempre es un dialogo con la cultura y la situación histórica concreta en la que se quiere evangelizar. Francisco, cuando se dispuso a irse a Tierra de musulmanes a evangelizar, fue con actitud de encarnación por ello fue acogido por el sultán.
e. Que sea preferencial por los "pobres".
Esto nos lo dejan muy claro las CC.GG. en su art. 19.2, donde dice "que se elijan en primer lugar el trato con los pobres, con los marginados, con quienes son víctimas de la injusticia. Jesús vino a anunciar la Buena Noticia, pero optó y eligió anunciarla entre los pobres, ésto supone:
- vivir la pobreza evangélica a la que nos llama el art. 11 de nuestra Regla, desde la opción por los pobres y para ello vivir pobremente renunciando a cuanto nos impide hacerlo.
- conocer desde la perceptiva de los pobres sus problemas, su historia, sus utopías, etc., haciendo un discernimiento cristiano de todo ello, apostando por dedicar nuestro tiempo, capacidad y esfuerzo a la defensa y a la causa de los "pobres".
- oponerse desde la defensa de los pobres y desde la fe de la Iglesia a cuanto dificulta o manipula su liberación.
f. Que sea doblemente fiel a la Iglesia y al mundo.
Aún reconociendo las dificultades de esta doble fidelidad hay que realizar un esfuerzo por no traicionar ni a la Iglesia ni al mundo, al hilo de CC.GG. 20.1 que nos dice tenemos que empeñarnos en la construcción del Reino de Dios (nuestro fin) dentro de las realidades y actividades temporales, los franciscanos seglares deben vivir de modo inseparable su pertenencia a la Iglesia y a la sociedad.
g. Que sea un compromiso vivido desde la perfecta alegría.
Esto se nos recuerda desde el art. 19 de la Regla y desde el art. 26.2 de las CC.GG..
Si nuestro fin es la construcción del Reino de Dios, para enartecerle-testimoniarle-evidenciarle desde el curar-liberar-volver a la verdad, si realmente hacemos ésto, estamos cumpliendo las bienaventuranzas y en ese camino va a haber persecución que engendra dicha y felicidad, pero también sufrimiento en el logro de la Justicia.
La persecución (Jn 15,2), el odio (Lc 6.22), el insulto (Mt 5,11), la expulsión, el ultraje y la maldición de nuestro nombre (Lc 6,22), las calumnias( Mt 5,11), son situaciones que se producen cuando uno se toma en serio el ser franciscano seglar, éste es el precio que tenemos que pagar por ser cristianos comprometidos desde el sabernos pequeños, menores, pacíficos. Esta es la paradoja cristiana, ese precio amargo a los ojos del mundo, para nosotros debe convertirse en alegría, bienaventuranza y buena noticia (Lc 6,20, Mt 5 1-12).
Esta gran actitud del discípulo y seguidor de Jesús la ha vivido Francisco hasta el fondo. Nos dice en la Admonición 9, 1-3: "Así, pues, ama de veras a los enemigos el que no se duele de la injuria que se le hace, sino el que por amor a Dios se requema por el pecado que hay en el alma. Y muéstrele su amor con las obras".
5.- POSIBLES LUGARES DONDE VIVIR EL COMPROMISO
Presentes y activos en el mundo. Este era el título de nuestro encuentro fraterno en el día de hoy y os preguntareis a que viene todo lo anterior. Podríamos haber comenzado esta reflexión a partir de aquí y habernos ahorrado este "rollo". Y es verdad, lo podríamos haber hecho, pero conviene tener en cuenta todo lo anterior, el sabernos llamados a la presencia y a la actividad en el mundo, desde nuestros orígenes, con un estilo propio y teniendo claros cuales deben ser los rasgos de nuestra presencia o modo de estar presentes, ya que si todo ello no está claro, podremos estar en el mundo y hacer pocas o muchas cosas, pero no desde nuestra vocación de franciscanos seglares, seríamos meros activistas. Por ello lo anterior.
A la hora de plantearnos el lugar del compromiso, conviene tener claro que no importa en que lugar estemos, sino el talante con el cual estamos y también hay que dejar claro el no confundir nuestra presencia en la Iglesia con nuestra presencia en el mundo, cuestión que por las encuestas contestadas a esta vocalía, a veces no se tiene claro.
También hay que plantearse la elección del lugar de compromiso desde un doble discernimiento personal compartido por la fraternidad, atentos a las necesidades y posibilidades de nuestros lugares donde vivimos, donde trabajamos y donde nos movemos, etc.. El discernimiento fundamentalmente es personal, con la ayuda de la fraternidad que debería tener conciencia y sentirse Iglesia doméstica que envía a los hermanos a la misión en el mundo.
En la Regla y CC.GG. de la OFS se nos plantean posibles lugares o ámbitos donde llevar a cabo nuestro compromiso, pero ello debe entenderse como algo abierto, atentos a las situaciones o realidad social en la que estamos inmersos, apostando por una opción preferencial hacia "los pobres", aún estando en sitios y lugares no confesionales, donde pasen de Dios o incluso lo rechacen abiertamente, aún a consta de sentirnos ovejas en medio de lobos.
La Regla y las CC.GG. nos dan las siguientes pistas:
- Movimientos donde se promueva la dignidad de la vida y la libertad de los pobres. Ejemplos: ONGS contra el racismo, la xenofobia, etc., art. 18.3 CC.GG.
- Movimientos de conservación de la naturaleza, que tengan actitud profética, art. 18.4 CC.GG..
- Movimientos de liberación de los pobres y marginados social, cultural y económicamente: Cáritas, ONGS para el desarrollo O,7%, drogodependientes, minusválidos, etc., art. 19.2 CC.GG..
- Movimientos en el mundo del trabajo: sindicatos, art. 21,1 CC.GG..
- Vida pública: partidos políticos, asociaciones ciudadanas, movimientos sociales, APAS, organizaciones de consumidores, etc., siempre desde un trabajo a favor de los desfavorecidos, desde actitud profética, desde el no apoltronamiento, fomentando la participación de los demás en la vida pública, art. 22.1 CC.GG.. Aquí se ven las auténticas "INICIATIVAS VALIENTES".
- Movimientos por la paz y la objeción de conciencia, art. 23.1 CC.GG..
- La familia, como lugar privilegiado para el compromiso, art. 24. La familia es el primer lugar de compromiso; el compromiso doméstico, pero hay que ir más allá, sin descuidarla.

6. ALGUNAS TENTACIONES.
Jesús fue tentado, también Francisco.
Entre ellas podríamos hablar de:
- La falsa humildad: es que no sirvo. Recordad el Evangelio de los talentos.
- Pietismo. Es muy cómodo quedarme en el sagrario y no convertirme en sacramento para los otros.
- Es más cómodo estar más presentes en la Iglesia: catequesis, liturgia, pastoral juvenil, coro, cursillos bíblicos y mil cosas mas, que estar en el mundo.
- Es que, si me meto en el mundo, me contamino. Recordad la frase de Francisco: Vivid en el siglo, sin ser del siglo.

7. ALGUNAS SUGERENCIAS MÁS.
- La formación inicial es fundamental para descubrir la importancia del compromiso y exigir al hermano que debe posicionarse, teniendo claro que si profesa en la OFS, se le exige que su fe en Cristo tenga una dimensión socio-política.
- Que cada hermano tenga un proyecto personal de vida como franciscano, revisable anualmente.

Termino con una frase del Ministro General de la O.F.M. en su carta de Navidad a la familia franciscana: "El Verbo de Dios está siempre en busca de una "carne" que lo engendre y de testimonio de ÉL en el mundo. Necesita de nosotros, pero no quiere imponerse... necesita de cada uno de nosotros para traer (al mundo) la Buena Noticia, la gran alegría, el nacimiento de un Salvador".

EL COMPROMISO COMO GRACIA / DESGRACIA



2.- EL COMPROMISO COMO GRACIA / DESGRACIA
Esta tarea, a la que estamos llamados e interpelados permanentemente, el compromiso apostólico como franciscanos seglares presentes y activos en el mundo y en las realidades en que nos ha tocado vivir, para realmente hacerla vida y hacerla posible es necesario que nuestra actitud ante el compromiso la hagamos desde la reflexión y el reconocimiento de que esta tarea no es una carga, esta tarea -el compromiso apostólico- la hemos de reconocer como tarea nuestra en la medida de que es gracia y don de Dios, que hemos recibido.
La 1 Carta de Juan 4, 7-10 19 nos dice que nos amemos unos a otros. Que el amor viene de Dios. Quien realmente ama ha nacido de Dios y conoce a Dios y quien no ama no conoce a Dios ya que Dios es amor.
Y Juan se pregunta en que se ha hecho visible el amor de Dios, y se contesta diciendo que el Amor de Dios se ha hecho visible desde el momento que Dios envía a su Hijo al Mundo para darnos Vida.
El amor no existe en el mundo porque nosotros amemos a Dios
sino porque Dios nos ha amado y envía a su Hijo para salvarnos, parar liberarnos.
Nosotros podemos amar porque Dios nos ha amado primero.
El amor es un don de Dios, una gracia de Dios.
El compromiso debe ser la respuesta al amor de Dios, la respuesta al "amarse unos a otros". Un compromiso social realizado desde el Evangelio debe ser la expresión o gratitud del don del amor recibido a Dios que yo hago presente en el amor a los hermanos, en el amor, a la humanidad, al mundo.
Nosotros hermanos de la OFS que vivimos en fraternidad local tenemos una vida íntima de cristianos que se evidencia en:
- la vida de Oración (art. 8 Regla OFS)
- escucha de la Palabra(art 4, 5 Regla OFS)
- caridad fraterna (art 25 Regla OFS)
- el pan compartido = Eucaristía (art 5 Regla OFS).
Pero todo esto, esta vivencia de cristianos, no tiene ningún sentido si todo lo anterior -toda nuestra Oración, la escucha de la Palabra, la preocupación por los hermanos, recibir a Jesús que se parte y se comparte en Comunión en la Eucaristía- no se convierte en TESTIMONIO.
El compromiso social es un lugar privilegiado para realizar ese Testimonio para realizar la tarea de Amor y servicio a los hermanos, a la sociedad, al mundo. Y si realmente fuésemos capaces de testimoniar a Jesús (su Verdad, la buena noticia, las bienaventuranzas, su Vida, no ser persona de medias tintas, tener actitud profética, de denuncia, su Presencia, hacer presente en nosotros a Jesús, siendo constructores del Reino, aunque ello nos lleve a la persecución) en el mundo desde un compromiso social auténtico y sincero, dicho testimonio cristiano provocaría admiración y conversión, al igual que lo provocó Francisco de Asís hace ochocientos años.
De lo dicho, veamos al menos un ejemplo de muchos tantos en que Francisco nos transmite esta visión del compromiso como Gracia, como don.
Todos recordamos que no se cansaba de decir que "el amor no es amado", y en la 1 Carta a Todos los Fieles nos viene a decir:
"Los hermanos y hermanas amen al Señor con todo su corazón, con toda su alma y la mente, con todas las fuerzas y amen a sus prójimos como a sí mismo".
Francisco coloca el amor a Dios y el amor al prójimo como la base donde se debe edificar la vida de penitencia, la vida de conversión y la vida hecha compromiso del franciscano seglar. Si bien da la sensación de que se realiza la síntesis de dos amores (el tributado a Dios y el realizado al prójimo) realmente se habla de un solo amor, ya que cuando Francisco habla de amar a los prójimos como a nosotros mismos nos coloca la medida del amor al otro en nosotros como ingenuamente podamos pensar. Francisco cuando plantea el amar al prójimo como a nosotros mismos, está queriendo decir, en clave de la 1 de Juan, que amemos a los otros con la misma medida con la que Dios nos ama. Esta es la medida verdadera y el sentido del texto para aquellos que desean hacer penitencia de acuerdo con el testamento de San Francisco: amar a los otros como respuesta al amor gratuito que hemos recibido de Dios.

3.- TRES NIVELES DEL COMPROMISO DESDE NUESTRO CARISMA DE FRANCISCANOS SEGLARES.
La misión a la que está llamada la OFS y los hermanos profesos en ella, es beber de nuestro carisma, del seguimiento de Cristo al estilo de Francisco, y es desde aquí y desde el sentirnos enviados a ser presencia activa de cristianos y franciscanos en el mundo. Por ello antes de plantearnos los rasgos que debe tener nuestro compromiso o los lugares propuestos para el mismo, queremos fijarnos en tres niveles a tener en cuenta y presentes cuando nos sintamos misionados y enviados por la Iglesia para hacernos presentes en el mundo.

3.a Tener en cuenta nuestra preferencia carismática = Origen.
¿Para que nos ha enviado Dios al mundo? Se lo pregunta Francisco en su Carta a toda la Orden y nos responde.
"Ensalcen al Señor con sus obrar, ya que para esto nos ha enviado al mundo, para que con la palabra y con las obras, den testimonio de su voz y hagan saber a todos que no hay otro Omnipotente fuera de EL" (Cta. 8-9).
Vemos en el texto tres puntos esenciales a destacar que nos dan rápida respuesta a la pregunta planteada:
Enaltecer a Dios en las Obras ..................................... enaltecerle en lo que hacemos.
Ser testigos de su Palabra .......................................... para testimoniarle desde lo que en ÉL escuchamos
De modo que todos descubran que Dios es Dios ...... para evidenciarle entre los hombres como Dios verdadero.
Esto está relacionado con el art. 6.a de nuestra Regla y con el art. 17.1.a de la CC.GG. (anunciar a Cristo con la vida y la palabra).
Aquí la reflexión nos lleva a la afirmación de que un franciscano seglar que realmente no sea un contemplativo no podrá ser nunca un auténtico franciscano comprometido con el mundo. Sin la experiencia de Dios que pasa por la vida de cada uno, que transforma nuestra historia en una historia de Salvación y de liberación, es difícil que nuestra vida sea auténticamente apostólica. Seré incapaz de enaltecer-testimoniar y evidenciar a Dios en el mundo si yo no tengo experiencia de Dios en mí y no puedo dar testimonio de todo "el bien que me ha hecho" (Tob 12,6). La primitiva Iglesia testimonió con la palabra y con las obras "lo que habían visto y oído". Nuestra vida de franciscanos seglares para ser fiel a nuestra profesión debe ser "testimonio existencial", una existencia vivida plenamente desde la apostolicidad, así podremos cumplir lo que Francisco nos decía a través de la Leyenda de los Tres Compañeros:
"Los hermanos deben vivir entre los pueblos de tal manera que todos aquellos que los oyen o los vean, sean movidos a dar gloria al Padre del Cielo y a alabarlo devotamente" (TC 58).

LA OFS VOCACIONADA PARA EL COMPROMISO EN EL MUNDO


1.- LA OFS VOCACIONADA PARA EL COMPROMISO EN EL MUNDO
Jesús supo interpretar las palabras de Isaías y se las aplicó así mismo. La experiencia del bautismo... el sentirse "ungido por el Espíritu" le impulsó y determinó su vida posterior: Una vida marcada por el servicio y por el anuncio de la buena noticia (Lc 4, 18).
En cualquier misa de bautizos de nuestras parroquias, la oración colecta del sacerdote dice que habiendo siendo recibidos por el bautismo en el seno de la Iglesia "nos hagamos ardorosos testigos de la Verdad y demos abundantes frutos de caridad fraterna".
¿Y ésto que tiene que ver con el tema que nos ocupa?
Pues si recordamos el rito de Admisión que pronunciamos cada uno de nosotros el día de nuestra iniciación a la OFS, decíamos que "pedíamos el ingreso en la OFS para vivir con mayor empeño y fidelidad a la gracia y la consagración bautismo y seguir a Cristo según la doctrina y el espíritu de Francisco de Asís".
Cuando ya decidimos profesar la Regla de la OFS, a la pregunta del celebrante de si queríamos servir a la Iglesia como bautizados y entregados a su misión entre los hombres, nuestra respuesta fue el sí quiero.
En el 20 aniversario de nuestra regla de la OFS dijimos en el cursillo de noviembre del 98 que nuestra profesión fue un compromiso de respuesta a:
- la llamada recibida de Dios,
- la gracia recibida por el Bautismo (R.OFS art 6: "hacerse testigos e instrumentos de la misión de Jesús),
- al compromiso de vivir el Evangelio (CC.GG. 42.1).
Dicho todo ésto podríamos preguntarnos:
¿Cómo hacernos -por el bautismo- testigos de la Verdad y dar frutos de caridad?
¿Cómo vivir la gracia y la consagración bautismal que dijimos querer vivir el día de nuestra iniciación a la OFS?
¿Cómo servir a la Iglesia como bautizados entregados a testimoniarle entre los hombres, que asumimos en el día de nuestra profesión a la OFS?
Todas estas preguntas, o al menos en términos parecidos se las hizo Francisco de Asís en su camino de búsqueda de lo que Dios quería de él. Al principio de su "conversión", como dice Celano, se retiraba a bosques, hendiduras en las rocas, grietas o peñas escarpadas, capillas solitarias, etc. (2 Cel. 94 d). durante un tiempo Francisco tuvo la intención o "tentación" de dedicarse a la vida de ermitaño, pero para su sorpresa un día en Misa escucha el Evangelio de la Misión de los Apóstoles:
"Envió a los apóstoles a predicar (con la palabra y más con la vida) el Reino de Dios y a curar a los enfermos, sin llevar en el camino ni bastón ni alforjas, ni sandalias ni dinero, sabiéndose enviados como corderos en medios de lobos, pero dando siempre Paz". (Lc 10, Lc 9).
Y este trozo del Evangelio será para Francisco su norma de vida, su misión como bautizado.
En la contemplación del Cristo de San Damián, Francisco mira al auténtico Jesús: al auténtico siervo del que habla Isaías en la Primera Lectura de la Eucaristía de hoy: al que no lleva armas ni alforjas. Que no grita ni vocea, no amenaza ni castiga, no se doblega no vacila, el que en sus manos libres levanta la bandera de la Justicia, el que se alía con la misericordia para abrir los ojos al ciego, curar heridas y enfermedades, el que prefiere a los pobres. El que no quiere ser servido, sino servir, el que aprende a lavar los pies, a dar la mano, a multiplicar el pan a los hambrientos.
Este fue su programa como cristiano bautizado guiado por el Espíritu Santo, a pesar de las sugerencias del Cardenal Hugolino y del cardenal de San Pablo de Roma de hacer una fraternidad de hermanos eremitas o monjes (1 Cel 33c). No opta Francisco por una vida de permanente soledad, sino por una vida de Apostolado. También por una vida de contemplación pero una contemplación que le lleva, le fuerza y le exige el compromiso con el Hermano. El beso al hermano leproso (Tes 1-3), no es sino el comienzo de su labor apostólica, su misión de cristiano presente y activo en el mundo, su forma de hacer penitencia (Tes 1), de ser hermano de penitencia.
Sabemos que históricamente nacieron los hermanos menores, después las Damas Pobres de San Damián y luego la Orden de los penitentes franciscanos seglares (con el primer texto normativo o regla de 1221). Pero realmente los Hermanos Penitentes franciscanos nacen con el beso al leproso. Francisco antes de ser hermano menor fue y vivió como hermano de penitencia, que traducido al lenguaje de hoy es ser un laico comprometido.
Porque si pensamos un poco, ¿realmente que fue lo que hizo que mucha gente, de todo tipo de clase social, clérigos, legos, casados o solteros (1 Cel, 37/TC 60/ LM 4,6) quisieran su ejemplo? ¿Qué podríamos decir? Nos preguntaríamos como Fray Maseo "¿por qué a ti? (Flor 10).
No creo que la gente quedara impactada por la vivencia interior, de contemplación, de oración, de piedad de Francisco y su grupo de frailes-monjes con hábitos harapientos en una sociedad como la medieval, era más edificante para el cuerpo y el espíritu, sin duda la atracción de los monjes benedictinos, con sus conventos, su liturgia, etc... ¿Qué es lo que atraía a la gente? Pues sencillamente el compromiso apostólico de Francisco y de sus Hermanos Menores. El ser servidores, samaritanos. Servir a Cristo desde el Amor y disponibilidad a todos, incluso a los enemigos.
De ahí el atractivo de la figura de Francisco y de ahí nuestro origen de hermanos de penitencia. Hermanos para el seguimiento de Cristo a través del amor y del servicio al Hermano. De los 16 artículos que componen la II parte de la regla que trata sobre la forma de vida, 10 nos remiten a ello (Regla OFS art. 4, 5, 6, 13, 14, 15, 16, 17, 18 19).
Esta es o debería ser nuestra tarea, a esto hemos sido llamados:
- por el bautismo,
- por nuestra profesión en la OFS.

¡Christos anesti! ¡Cristo ha resucitado!



EL FRANCISCANO SEGLAR: PRESENTE Y ACTIVO EN EL MUNDO
Se dice que el Espíritu Santo es el "Ministro" General de la Familia Franciscana. Y se dice bien, ya que a la hora de sentarme ante el folio en blanco para preparar estos comentarios, me percate que hoy (10-1-99) celebramos el bautismo de Jesús y curiosamente la primera Lectura de la Eucaristía nos viene al dedo para interpelarnos sobre la cuestión que nos ocupa.
Lectura del Profeta Isaías, que dice:
"Yo el Señor, te llamé
según mi plan de salvación,
te tomé de la mano, te formé
e hice de ti alianza del pueblo
y luz de las naciones
para abrir los ojos a los ciegos,
sacar de la cárcel a los cautivos
y del calabozo a los que habitan en tinieblas".
(Is 43, 6-7)


Los Franciscanos Seglares profundizan en La Profesión, La Pertenencia y la vida de La Santa Patrona

La Iglesia reconoce que la Orden de los Franciscanos Seglares pertenece a una Orden verdadera, dijo Fr. Felice Cangelosi, OFM Cap, al Capítulo General de la Orden Franciscana Seglar el 17 noviembre.
Observó que su profesión – la de vivir la vida del Evangelio en el mundo según el modelo de San Francisco de Asís – es tan extraordinaria que también es considerada como un hecho sagrado y religioso y tan importante como la profesión de los frailes y las hermanas.



Son diferentes, de manera que los religiosos hacen los votos (las promesas) de pobreza, castidad y obediencia; y los Franciscanos Seglares prometen ser testigos de vivir la vida del Evangelio en la sociedad seglar. Pero ambos son regalos de Dios y ambos son hechos sagrados reconocidos y bendecidos por la Iglesia, en el contexto de la fraternidad Franciscana como una forma o regla de vida.



Los dos tipos de profesión, dijo, pone a la persona totalmente a disposición de Dios.



“Esto nos lleva a mantener que el “propositum vitae”, o la promesa de los penitentes Franciscanos Seglares, sea equivalente a una profesión religiosa”.



Fr. Felice, vicario general de la rama capuchina de la familia Franciscana, ofreció una de las dos ponencias principales sobre el tema del Capítulo, “La Profesión del Franciscano y El Sentido de la Pertenencia a la Orden”.



La otra ponente fue Emanuela De Nunzio, la anterior ministra general de la OFS, que profundizó sobre el sentido de identidad y pertenencia del Franciscano Seglar, especialmente en un mundo laico que a menudo combate contra la gente de fe.



“Una crisis del sentido de pertenencia domina la sociedad... y entonces naturalmente influye a los Franciscanos Seglares”, dijo.



Desde los valores de la familia que están atacando a la sociedad dominada, lo que el ministro general OFM una vez describió como una “dictadura del relativismo”, la gente de fe puede experimentar una lucha dura para encontrar el sentido de pertenencia justo.



Sin embargo, los Franciscanos Seglares, por su profesión, pueden tener una visión clara de su identidad y un sentido de pertenencia que los motiva.



“La vocación de la OFS es una vocación para vivir el Evangelio dentro de una comunidad fraterna”, dijo De Nunzio citando las Constituciones Generales de la Orden. “Para este propósito, los miembros de la OFS se reúnen dentro de una comunidad eclesiástica que ellos llaman fraternidades y estas fraternidades son células agrupadas en una unión orgánica; es decir, la gran familia espiritual de la OFS, esparcida por todo el mundo”.



Los miembros son “corresponsables”, dijo, para la vida de la fraternidad local y para la Orden de todo el mundo a través de:



1. La presencia personal, o la participación regular.

2. El testigo de la vida evangélica y de la vida fraterna (para de este modo atraer vocaciones)

3. La oración, porque “es el alma de esta comunidad de amor”.
4. La colaboración activa, para el bien de la fraternidad y para completar las iniciativas caritativas y apostólicas.

5. Siendo abiertos para servir con los diferentes servicios

6. Las contribuciones económicas, basadas en los medios financieros, para proveer los recursos para la vida de la fraternidad local y para las fraternidades por todo el mundo y su trabajo religioso, apostólico y caritativo.



Estas ponencias se desarrollaron el tercer día del Capítulo General, que tiene lugar del 15 al 22 noviembre cerca de Budapest, junto a la clausura del VIII Centenario del nacimiento de la patrona de la Orden, Santa Isabel de la Hungría, cuya fiesta se celebró hoy.



El capítulo se trasladó a la Catedral de Ezstergom para celebrar la fiesta con el Cardenal Laszlo Paskai, OFM. Los Franciscanos Seglares de todas partes de Hungría y los fieles locales llenaron el templo. Construida hace más de 200 años, la catedral está situada sobre una colina, con una cúpula grande elevada 100 metros que es visible a distancia, y que recuerda el tiempo en que fue la iglesia madre de Hungría.



Con un retrato de 19 metros de alto dedicado a la Asunción de María al cielo detrás de él, el Cardenal Paskai recordó la santidad de Isabel como esposa dedicada y Franciscana Seglar que soportó la marginación de su condición de noble por dar alimento a los pobres y construir los hospitales para los enfermos.



A la conclusión de la Misa, Encarnación del Pozo, la Ministra General de la Orden Franciscana Seglar, recreó una gesto de caridad de Isabel, que distribuyó pan a los fieles. El pan fue traído al altar por algunas mujeres vestidas con el traje tradicional húngaro.
Franciscanos y ortodoxos rusos retoman un diálogo que les es común: el de la espiritualidad
Entrevista con el ministro general de la Orden de Hermanos Menores, Fray José Rodríguez Carballo
MOSCÚ, domingo, 26 marzo 2006 El diálogo ecuménico más que a los papeles «debe llegar al corazón». Así lo ha expresado el ministro general de la Orden de Frailes Menores, Fray José Rodríguez Carballo, quien el pasado viernes 24 de marzo concluyó una visita de tres días por la capital rusa para potenciar el diálogo de espiritualidad entre ortodoxos y franciscanos.Acompañado por una pequeña delegación, el superior franciscano se reunió con el patriarca ortodoxo, Alejo II y con el jefe del departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, metropolita Kirill, donde el tema principal fue retomar e impulsar el diálogo de espiritualidad.«Este diálogo entre la orden franciscana y los monjes ortodoxos rusos inició en el año de 1973» y aunque «ha habido un alto, es ahora con mi visita que quiero relanzarlo de nuevo y potenciarlo más todavía», afirma Fray José Rodríguez.«Concretamente un tema que siempre tratamos en estos encuentros es la regla que profesan los monjes ortodoxos y nuestra regla, lo cual ha sido muy enriquecedor. Es por ello que queremos seguir impulsando y trabajando esta dirección de diálogo».Entre las acciones que se acordaron, está el «mantener contacto a través de personas concretas para programar actividades de colaboración y de intercambio entre las delegaciones», agregó el ministro general.En declaraciones concedidas a Zenit en el Monasterio de San Daniel, centro espiritual y administrativo del Patriarcado de Moscú, Fray José Rodríguez Carballo, comentó que en la historia de este diálogo «los ortodoxos han mandado una delegación a Italia para visitar los lugares franciscanos» y ellos a su vez «han mandado dos delegaciones a Moscú para visitar lugares significativos de la Iglesia ortodoxa y entablar un diálogo de espiritualidades». A su parecer, la espiritualidad de los franciscanos y ortodoxos se encuentra muy cerca una de la otra, sobre todo en el ejemplo de los santos como san Francisco y san Sergio.«Ambos aantos tienen muchos puntos en común: el amor por la naturaleza, el amor por los animales y desde ahí el salto de la creación al Creador, la creación como signo y sacramento del Creador, lo cual es un aspecto muy importante», expresó.«También tenemos en común la dimensión contemplativa que caracteriza nuestra vida franciscana y que es propia de la espiritualidad monástica ortodoxa, así como la vida comunitaria que, ciertamente con distintos acentos, a veces muy distintos diría, pero que mantiene muchas cosas en común». «Es curioso como, por ejemplo, lo que más impresionó a las monjas ortodoxas que visitaron Italia fue el contacto con nuestras hermanas clarisas. Para ellas era un mundo totalmente desconocido. Vieron que nuestras hermanas clarisas oran como ellas y que viven una vida de intensa comunión con el Señor. Esto nos ha acercado mucho».En cuanto a la misión de la orden franciscana en Rusia, el ministro general franciscano expresó que su labor fundamental era atender las comunidades católicas.«Nosotros tenemos una forma muy concreta de ir al encuentro del otro --afirma Fray José Rodríguez--. San Francisco en el 1221 escribió en una de sus reglas sobre el modo de estar con los que no profesan nuestra misma fe. Nos habló de ir "entre" en una época en la que se hablaba de ir "contra"». Así mismo «san Francisco nos dice que nos comportemos como cristianos, que manifestemos siempre nuestra propia fe y nuestra adhesión a Jesucristo y a la Iglesia y, cuando pareciera oportuno al Señor, predicar también. Por lo tanto, nuestro apostolado fundamental es el de la presencia. Es el de estar al servicio de toda “humana criatura” como diría San Francisco y esto es lo que queremos hacer».«Aquí en Rusia --continúa-- además de atender las parroquias que nos confía la Iglesia católica, como es normal, hemos expresado en todo momento nuestra plena comunión con la jerarquía católica del país. Tenemos actividades comunes, mesas para pobres, donde también participan ortodoxos y algunas escuelas».Al cuestionársele sobre si las labores de la orden franciscana en Rusia podrían ser vistas como actos de proselitismo, uno de los puntos más delicados en la relación entre católicos y ortodoxos, el superior contestó que el asunto había sido tocado en los diálogos tanto con el patriarca como con el metropolita. «Creo que en este momento, dado que hay una comisión mixta para analizar caso por caso, se podrán evitar acusaciones globales y solucionar situaciones concretas que se pueden dar sin mala voluntad y, sencillamente, por desconocimiento a veces».«Como he dicho, he venido a potenciar el diálogo entre la espiritualidad ortodoxa y la espiritualidad franciscana. No tengo otro papel, nadie me ha dado otro papel, sino potenciar esa relación fraterna entre las dos comunidades», expresó Fray José Rodríguez.De igual forma, el ministro general de los franciscanos se reunió con el obispo de la arquidiócesis de la Madre de Dios en Moscú, monseñor Tadeus Kondrusiewicz, y con el nuncio apostólico, el arzobispo Antonio Mennini, representante de la Santa sede ante la Federación Rusa.«Mi viaje aquí es conocido por las autoridades del Vaticano concretamente por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. El cardenal Walter Kasper está al corriente de todo. Por ello he querido que mi primera visita fuera al obispo diocesano y al nuncio para manifestar mi plena comunión con las directrices de la Iglesia, las directrices del Papa Benedicto XVI y por supuesto con el Vaticano II sobre el diálogo ecuménico».Para el ministro general es este su primer viaje a Rusia, de la cual se lleva una impresión muy grata:«Me parece que es un pueblo que ha sufrido mucho por mantener su identidad religiosa y esto me merece todo respeto. Me voy muy contento viendo que la Iglesia resurge de sus cenizas pues me lleva a pensar que las dificultades pueden oscurecer la presencia cristiana en un determinado momento, pero antes o después la luz brillará de nuevo y, como dice Jesús en el evangelio, "la verdad os hará libres". Ninguna potencia del mal podrá impedir que la fe y la dimensión religiosa del hombre pueda desaparecer».