"El amor de Cristo nos apremia." San Pablo, 2 Cor 5,14

"El amor de Cristo nos apremia." San Pablo, 2 Cor 5,14
" Debemos tomar conciencia que hemos de ser una Iglesia no solamente fraterna y solidaria, sino también y esencialmente misionera. (J. L. Corral)

Llamados a construir un mundo más fraterno, tratan de irradiar a los demás el gozo y la esperanza

San Francisco "Instituyó tres órdenes: a la primera ha llamado de los hermanos Menores, a la segunda de las Damas Pobres, Orden de Penitencia es el nombre de la tercera, constituida por personas de uno y otro sexo" (Oficio rítmico de san Francisco. Julián de Espira)

La Orden Franciscana Secular (O.F.S.)

La Orden Franciscana Secular (O.F.S.)

En este blog se pretende aprender entre todos, sobre la espiritualidad de san Francisco, que como religioso nos mostró, el camino a la Verdad que lleva hacia la fuente de vida.

¡Señor que siempre tenga sed de Ti!

Nuestra Señora de Fátima

Nuestra Señora de Fátima

S.E.R

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domingo, 16 de mayo de 2010

Benedicto XVI a los enfermos: “Teneis un gran valor ante Dios”

Benedicto XVI a los enfermos: “Teneis un gran valor ante Dios”
En el Santuario de Fátima
FÁTIMA, jueves 13 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación las palabras que el Papa dirigió hoy a los enfermos en el Atrio del Santuario de Fátima, al terminar la celebración de la Eucaristía hoy por la mañana con los peregrinos reunidos en la explanada.
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Queridos hermanos y hermanas
Antes de acercarme hasta vosotros, llevando en las manos la custodia con Jesús Eucaristía, quisiera dirigiros unas palabras de aliento y de esperanza, que hago extensivas a todos los enfermos que nos acompañan a través de la radio y la televisión y a quienes, aun sin tener esa posibilidad, se unen a nosotros mediante los vínculos más profundos del espíritu, es decir, mediante la fe y la oración.
Hermano mío y hermana mía, tú tienes “un valor tan grande para Dios que se hizo hombre para poder com-padecer Él mismo con el hombre, de modo muy real, en carne y sangre, como nos manifiesta el relato de la Pasión de Jesús. Por eso, en cada pena humana ha entrado uno que comparte el sufrir y el padecer; de ahí se difunde en cada sufrimiento la con-solatio, el consuelo del amor participado de Dios y así aparece la estrella de la esperanza” (Enc. Spe salvi, 39). Con esta esperanza en el corazón, podrás salir de las arenas movedizas de la enfermedad y de la muerte, y permanecer de pie sobre la roca firme del amor divino. En otras palabras, podrás superar la sensación de la inutilidad del sufrimiento que consume interiormente a las personas y las hace sentirse un peso para los otros, cuando, en realidad, vivido con Jesús, el sufrimiento sirve para la salvación de los hermanos.
¿Cómo es posible esto? Las fuentes de la fuerza divina manan precisamente en medio de la debilidad humana. Es la paradoja del Evangelio. Por eso, el divino Maestro, más que detenerse en explicar las razones del sufrimiento, prefirió llamar a cada uno a seguirlo con estas palabras: “El que quiera venirse conmigo… que cargue con su cruz y me siga” (cf. Mc 8, 34). Ven conmigo. Participa con tu sufrimiento en esta obra de la salvación del mundo, que se realiza mediante mi sufrimiento, por medio de mi Cruz. A medida que abraces tu cruz, uniéndote espiritualmente a la mía, se desvelará a tus ojos el significado salvífico del sufrimiento. Encontrarás en medio del sufrimiento la paz interior e incluso la alegría espiritual.
Queridos enfermos, acoged esta llamada de Jesús que pasará junto a vosotros en el Santísimo Sacramento y confiadle todas las contrariedades y penas que afrontáis, para que se conviertan –según sus designios– en medio de redención para todo el mundo. Vosotros seréis redentores en el Redentor, como sois hijos en el Hijo. Junto a la cruz… está la Madre de Jesús, nuestra Madre.
[©Libreria Editrice Vaticana]

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